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Turquía
Del Imperio Otomano a Turquía
Turquía, al igual que muchos países actuales, han tenido un pasado como Imperio, en el que controlaron grandes extensiones de tierras y toda clase de pueblos. En los conflictos del Oriente Medio, el pasado de los países tiene un gran peso en la situación actual, y Turquía en eso es de los que más tiene que decir.
No nos vamos a centrar en qué llegó a tener el Imperio Otomano (ponemos un gif y listo), sino en qué pasó en su caída y cómo nació Turquía.
En el siglo XIX, diversos territorios controlados por el Imperio empezaron a independizarse y las batallas de poder empezaron a ser una constante. Empezaron a perder fuerza (como la mayoría de imperios a lo largo de la historia), y la decadencia se hizo patente.
Ya entrados en el siglo XX y en el marco de la Primera Guerra Mundial, el Imperio Otomano entra en el conflicto de parte de Alemania, lo que acelera su caída. En esta guerra aparece un nombre que posteriormente será clave en su historia: Mustafa Kemal Atatürk. Atatürk era una importante figura militar de las fuerzas otomanas, que participó en distintas batallas, pero que desde su juventud mostraba discrepancias con el modelo de nación otomano. Durante la Gran Guerra obtuvo buenas victorias y se labró una fama de ser un buen líder militar, siendo ascendido y destinado a distintos lugares, sin que ello consiguiera que dejara de ser crítico con el gobierno.
Al final, Alemania, junto al Imperio Otomano, fueron derrotados, con multitud de implicaciones para Europa que desembocarían en más guerras próximamente. En lo que concierne al Imperio Otomano, la lista de pérdidas fue abrumadora, firmándose el Armisticio de Mudros, que "reconocía a los vencedores el derecho a ocupar [...] cualquier punto estratégico considerado importante para garantizar la seguridad de los Aliados", donde varias regiones se independizaron, el Kurdistán turco obtuvo cierta autonomía y varias regiones acabaron bajo control de las fuerzas vencedoras de la guerra. El Imperio Otomano quedó totalmente desmantelado.
Esta sensación de humillación junto a un nacionalismo ferviente (que bien conocemos sus consecuencias con el III Reich) fueron los ingredientes necesarios para dar el siguiente paso: la Guerra de Independencia turca. Desde ciudades lejanas a Estambul y donde la influencia de los aliados era insuficiente, logró reunir a parte de las pertrechas fuerzas armadas junto a civiles con un objetivo común: crear un nuevo Estado. Distintos enfrentamientos a su favor contra los griegos, los kurdos, los armenios y contra distintas fuerzas de ocupación acabaron dándole un halo de oficialidad a este nuevo régimen, que acabaría con la destitución total del último sultán del Imperio (Mehmed VI) y todas sus estructuras de poder.
En 1923, Mustafa Kemal Atatürk, primer presidente de la moderna Turquía, y Mustafa İsmet İnönü, su sucesor en el cargo tras su muerte, firman el nuevo Tratado de Lausana con Grecia y el resto de fuerzas aliadas, que define prácticamente las fronteras turcas que hoy conocemos. Turquía había nacido; y Atatürk se vuelve un referente en la historia moderna de Turquía y de Oriente Medio, llegando a ser común referirse a "la Turquía de Atatürk" como país que, aun siendo de mayoría musulmana, son laicos y han dejado de estar gobernadas por la Ley Islámica (la "Sharia"). Su modernización fue tal que puso a Turquía casi al nivel del resto de potencias europeas, legislando sobre el matrimonio civil, o el derecho al voto de las mujeres y a ser votadas.
En contraposición a todo esto, su fuerte sentimiento nacionalista lleva al gobierno a querer homogeneizar todo el pueblo turco bajo un mismo lenguaje y misma cultura, y de aquellos polvos estos lodos: los kurdos pasaron de tener casi una autonomía propia a no tener absolutamente nada, su idioma y su cultura fueron prohibidas y hasta pasaron a ser considerados "turcos de las montañas".
Hoy día, Occidente mira con recelo al gobierno de Turquía, en sus recientes medidas en la dirección de abandonar el modelo de país secular y laico.
Bandera del Imperio Otomano, que casualmente se parece mucho a la bandera de Turquía. |
No nos vamos a centrar en qué llegó a tener el Imperio Otomano (ponemos un gif y listo), sino en qué pasó en su caída y cómo nació Turquía.
El sultán Osmán II desaprueba esta entrada |
En el siglo XIX, diversos territorios controlados por el Imperio empezaron a independizarse y las batallas de poder empezaron a ser una constante. Empezaron a perder fuerza (como la mayoría de imperios a lo largo de la historia), y la decadencia se hizo patente.
Ya entrados en el siglo XX y en el marco de la Primera Guerra Mundial, el Imperio Otomano entra en el conflicto de parte de Alemania, lo que acelera su caída. En esta guerra aparece un nombre que posteriormente será clave en su historia: Mustafa Kemal Atatürk. Atatürk era una importante figura militar de las fuerzas otomanas, que participó en distintas batallas, pero que desde su juventud mostraba discrepancias con el modelo de nación otomano. Durante la Gran Guerra obtuvo buenas victorias y se labró una fama de ser un buen líder militar, siendo ascendido y destinado a distintos lugares, sin que ello consiguiera que dejara de ser crítico con el gobierno.
Al final, Alemania, junto al Imperio Otomano, fueron derrotados, con multitud de implicaciones para Europa que desembocarían en más guerras próximamente. En lo que concierne al Imperio Otomano, la lista de pérdidas fue abrumadora, firmándose el Armisticio de Mudros, que "reconocía a los vencedores el derecho a ocupar [...] cualquier punto estratégico considerado importante para garantizar la seguridad de los Aliados", donde varias regiones se independizaron, el Kurdistán turco obtuvo cierta autonomía y varias regiones acabaron bajo control de las fuerzas vencedoras de la guerra. El Imperio Otomano quedó totalmente desmantelado.
Tratado de Sèvres, que dejaría al Imperio Otomano desmembrado, y que Kemal rechazaba. |
En 1923, Mustafa Kemal Atatürk, primer presidente de la moderna Turquía, y Mustafa İsmet İnönü, su sucesor en el cargo tras su muerte, firman el nuevo Tratado de Lausana con Grecia y el resto de fuerzas aliadas, que define prácticamente las fronteras turcas que hoy conocemos. Turquía había nacido; y Atatürk se vuelve un referente en la historia moderna de Turquía y de Oriente Medio, llegando a ser común referirse a "la Turquía de Atatürk" como país que, aun siendo de mayoría musulmana, son laicos y han dejado de estar gobernadas por la Ley Islámica (la "Sharia"). Su modernización fue tal que puso a Turquía casi al nivel del resto de potencias europeas, legislando sobre el matrimonio civil, o el derecho al voto de las mujeres y a ser votadas.
En contraposición a todo esto, su fuerte sentimiento nacionalista lleva al gobierno a querer homogeneizar todo el pueblo turco bajo un mismo lenguaje y misma cultura, y de aquellos polvos estos lodos: los kurdos pasaron de tener casi una autonomía propia a no tener absolutamente nada, su idioma y su cultura fueron prohibidas y hasta pasaron a ser considerados "turcos de las montañas".
Hoy día, Occidente mira con recelo al gobierno de Turquía, en sus recientes medidas en la dirección de abandonar el modelo de país secular y laico.
Casi nos olvidamos del GIF. ¡Gracias Wikipedia! |
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